miércoles, 1 de abril de 2015

Alessandro Baricco, el Modernista desplazado.


Italia y España siempre han estado enlazados por el silencioso vínculo que une a todos los países de lenguas romances, aun cuando hoy en día nada pueda evidenciar que alguna vez todas aquellas naciones y culturas fueron parte de un mismo imperio (a pesar que, en este caso en particular, ambos pueblos conservan cierto temple común).  España le debe su “Siglo de Oro” a Italia ¿Qué hubiera sido de sus Garcilaso y Quevedos sin el Soneto Italiano del Renacimiento? Bueno, quizás no habría cambiado tanto, aunque alguna vez le escuche decir a un académico que Cervantes le debía mas a Bocaccio que a Petronio. Sea como sea, Italia le da a España un pase para su siglo de oro (también le da el pase para formar su imperio) y de allí un a Latinoamérica para hacer el gol…. Este, digo, formar su identidad.

El lenguaje es lo poco que España le deja a sus colonias, “se llevaron el oro y nos dejaron el oro”. Se dice que la poesía española muere en México con Sor Juana Inés de La Cruz y renace en Nicaragua con Rubén Darío. Darío (junto con Najera en México y Martí en Cuba) crea lo que el mundo va a conocer como “Modernismo” (otro “ismo” que añadir a la moda de terminologías que empezó con el Romanticismo). La manera  más sencilla de ver el modernismo es comparándolo con el “Siglo de Oro”, si los poetas españoles hurgaron en la tradición Italiana ahora los americanos lo harán en la tradición francesa, unificando y reconociendo la cultura de los países Latinos, creando lo que hoy conocemos como Latinoamérica (término que invento Martí). Con un poco de idealismo bonachón podríamos decir que la pluma de los modernistas fue más efectiva que la espada de  Bolivar… aunque no tanto como para evitar que nos matemos entre nosotros cada vez que hay un mundial de futbol (al punto que quizás la Haya debiera trabajar con la Fifa).

Valga mi sorpresa que venir a caer en cuenta de que el último Modernista no es Latinoamericano, ni siquiera escribe en castellano, es joven (no mucho, bueno) y viene de Europa, de Italia nada menos

Con un salto hacia delante de más de cien años nos encontramos con Alessandro Baricco, genio ilustre de Turin (ciudad conocida por sus Fiats y uno que otro manto sagrado).  Descubrí a Baricco luego de ver como Héctor Noguera ponía en escena el monologo Noveccento, fue una noche mágica donde supe que la labor del verdadero teatro es hacerte querer gritar mientras te obliga a quedarte quieto (también fue la primera noche que probé, para mi horror, el “vino navegado”).  De allí leí Seda, Sin Sangre, Oceano Mar, Esta Historia y (como no) Noveccento. Baricco se convirtió, para mí, en el heredero de Pirandello e Italo Calvino

¿Qué es lo que hace a Baricco un Modernista como Rubén Darío? Bueno, si dejamos de lado el contexto que vio nacer al movimiento, veremos que en el fondo Baricco tiene una fijación con los mismos temas, quizás  incluso un parentesco “espiritual”. Tópicos Modernistas como la naturaleza del Arte en la sociedad burguesa (Noveccento), el exotismo de oriente (Seda), incluso la fascinación con el mar y el color azul (Oceano Mar), todo se puede encontrar en Baricco. También está el espíritu de evasión, que le valió al Modernismo que lo achacaran de Burgués, parte de todas las fantasías de Baricco. El preciosismo de novelas como Oceano Mar puede, a veces, ser visto como “siutiquería”, la misma que abundaba en los  versos de los modernistas.

Baricco comparte con los modernistas esa “ambigüedad” respecto a lo social. Darío aberraba de la literatura política, el mundo era un lugar imperfecto y la literatura debía ser escapista, huir de la vida real. Aun así su cuento “El Rey Burgués” puede leerse como una crítica social a la superficialidad burguesa, y que decir  de Jose Martí, precursor del Modernismo y uno de los mejores escritores “sociales” del sXIX (algo más complicada es la postura de Najera en México). Baricco no tiene ninguna relación con la narrativa social, si bien en Esta Historia  no tiene miedo de incluir a personajes de distintas capas sociales y en Noveccento hace alusión directa a dos tipos de personas, los que viajan en primera clase y los que viajan en la bodega (por supuesto privilegiando a estos últimos, haciéndolos testigos de la "verdadera" música).

Por si fuera poco otro de los temas de los modernistas, la melancolía, es prácticamente parte de los mejores relatos del Baricco, es el sentimiento que nos deja el final de Noveccento y que acompaña a todos los personajes de Esta Historia a través de la novela. La fantasía, el amor por la cultura helénica, etc. etc. todo aparece en algún momento en Baricco


He tirado nombres y nombres, probablemente muchos no sepan de que tratan las obras que menciono o a lo mejor se pregunten por dónde empezar a leer a Baricco, aquí unas pequeñas sinopsis de cada libro:




Seda: la  historia de un mercader de Seda en la antigua Italia, de como hace su travesía hacia Japón y lleva una doble vida, con su esposa en Italia y su amante  secreta en Japón. Cada capítulo no es más que una página (a veces tan solo un párrafo) y la novela da la impresión de no ser más que un cuento largo, casi un Haiku. Se lee en 30 minutos pero puede sea leída treinta veces (o más, vaya uno a saber) 


Noveccento: Un Marinero encuentra en un barco de lujo a un bebe dentro de una caja de limones, lo llama Noveccento (por haber nacido en 1900). Noveccento crece para convertirse en el mejor pianista del mundo, solo que nunca en su vida  ha bajado del barco donde nació. Toca para los ricos que viajan en primera clase pero también para los inmigrantes escondidos en la bodega. Se bate a duelo con Jelly Roy Morton, y finalmente se funde con el barco y con el mar. Es un monologo teatral que se lee como novela, es el mejor amigo de Noveccento, un trompetista de la banda, quién nos cuenta la historia (al lector o al público





Sin Sangre: Una novela que tuve la suerte de ver adaptada a las Tablas en Matucana 100 por Teatro Cinema. La historia de una niña que ve morir a sus padres y su encuentro con uno de los asesinos. La verdad no leí el libro original (CHAN CHAN CHAAAN!) pero si es la mitad  de bueno que la puesta en escena de Teatro Cinema… aunque por ciertos comentarios me he enterado que la adaptación supera al original. En fin “¡A la mierda Salinas!"


Oceano Mar: A través de varios personajes alojados en un misterioso hostel Baricco presenta su historia más fantástica  e inverosímil, llena de artilugios y barroquismo. Un sacerdote a cargo de una adolecente que necesita un tratamiento a base de bañarse en el océano, un profesor que escribe una historia de los limites (y trabaja en ubicar donde “termina” el mar) un pintor que trata de pintar el océano y genera solo lienzos en blanco, un náufrago que ha visto ciudades prohibidas y busca venganza, una mujer que ha sido enviada allí por su  marido porque crée que el mar curara su adulterio y un hombre que jamás sale de su habitación. Hay cambios de tiempo y espacio, incluso de estilos narrativos, pero se hace muy fácil de leer, eso si, la prosa es tan preciosista que parece que hubiera sido escrita con la pluma de un cisne. Lo más modernista que he leído desde que murieron los modernistas originales, con harto surrealismo de por medio.


Esta Historia: Quizás de las mejores novelas que me ha tocado leer. Empieza con una historia de las primeras carreras de automóviles en Europa, luego pasa narra la vida de uno de los primeros mecánicos de Piamonte y de su hijo, Último, que posee un carisma especial. Último ansía construir una carretera, una como ninguna otra, que contenga la historia de una vida. Pasamos luego a la escritura de un diario de guerra perteneciente a un compañero de escuadrón de Último durante la primera guerra mundial y después a las notas de un padre que quiere redimir a su hijo (considerado como traidor a la patria). Luego leemos el diario de una instructora de música que viaja por USA con Último conduciendo la camioneta de la compañía de pianos para la cual ambos trabajan. Etc.. La novela tiene 300 páginas y tiene tantos temas como si tuviera 600. Una obra genial, tiene poesía, carreras de autos, datos históricos, escenas bélicas, personajes entrañables e incluso sexo (de muy buen gusto, rara virtud hoy en día).