lunes, 4 de mayo de 2015

La revolución no estará en televisión abierta


No soy fan del Rap o del Hip Hop, aunque tampoco es que lo deteste (de hecho soy bastante más tolerante a él que muchas otras personas que conozco)  pero admito que no es lo que preferiría escuchar, sin embargo para todo hay excepciones. Retrocediendo a la mágica era de los 70 (a 1970 nada menos) nos encontramos con una canción que sería fundamental para el desarrollo del Rap, por lo menos de aquel con más contenido que la versión edulcorada que nos quería vender la radio y Mtv. La Revolución no será Televisada decía Scott-Heron en 1970, quizás sea hora de tomar nota.



The Revolution Will Not Be Televised es más un poema que una “canción”, cuando apareció la gente no tenía carajo idea de que era el Hip Hop o el Rap, así que simplemente se le catalogó como “Spoken Word”, una recitación. Gil Scott-Heron compuso el texto en la tradición de la poesía rítmica que se recitaba en los cafés de Nueva York, aunque quizás el público general esté más familiarizado con las múltiples parodias que se hacen a este tipo de poesía (que involucra palabras sin sentido y un traje negro acompañado siempre con una boina). 

Cuando se habla de este tipo de literatura siempre se suele pensar en el trabajo de escritores de la llamada “Generación Beat”, especialmente las obras de Allan Ginsberg . Pero en realidad mucho de la poética beat no era otra cosa sino un plagio homenaje a la obra de los grandes escritores afroamericanos del sXX. Es una gran  injusticia que el robo indiscriminado rescate que Ginsberg y los suyos trataran de hacer a la cultura marginal de los barrios negros opacara el trabajo original de dichos poetas. La poesía Beat fue condenada por vulgar, pero a pesar de ello era bastante más aceptable para el público Blanco de estados unidos de la misma manera que el Rock de Billy Halley era más aceptable que el de Little Richard. A pesar de todo Ginsberg sigue siendo un gran poeta y todavía me emociona leer sus versos, The Howl es una pieza fundamental del sXX (además me gusta burlarme un poco de él).

"Oh deep dop wah salid lagrimas corriendo
Excelente, preciso, hermano americano
la temerosa simetría, deep dop wah"
Listo, ahora ¿donde esta mi premio hipster novel de literatura?

Pero entonces ¿Quiénes eran estos poetas afroamericanos a los que tanto les deben Ginsberg y compañía? Pues durante los locos años veinte surge lo que se denomina Harlem Renaissance, donde por un momento el barrio de Harlem en New York (y la comunidad afroamericana en general) vio nacer un grupo de intelectuales, activistas, músicos y poetas que  hicieron un aporte fundamental a la cultura y la política de Estados Unidos, el movimiento se hace reconocido rápidamente aunque por su naturaleza vanguardista nunca llega a encajar con la cultura dominante (aunque curiosamente tuvieron una increíble popularidad en Francia). Hoy en día se reconoce el valor del “renacimiento” de Harlem y los poetas que pertenecieron a esa generación siguen siendo publicados.

Volviendo al autor que nos convoca, Scott-Heron no solo es deudor de esa generación que le precede sino que también sigue con la tradición de incorporar la música en su poesía. En primer lugar Scott-Heron no “escribía” sino que recitaba, mejor dicho declamaba, e ir a ver sus performances era sin duda toda una experiencia pues contaba con la colaboración del músico Brian Jackson. Eventualmente ambos darían el salto a la música. No voy a pretender que soy seguidor de Scott Heron, tan solo conozco lo que se puede escuchar en Youtube, pero a todas luces me parece un tremendo artista.  

Solo para recordarles
que la palabra Hip
(y por consiguiente los Hipsters)
Son una invención de la generación Beat


 Revolution Will Not Be Televised es una pieza digna de ser analizada, su mensaje es bastante literal pero la forma y el ritmo que adoptan los versos le da una fuerza increíble, una que simplemente no se encuentra en ningún panfleto político. El tono satírico con que Scott Heron se refiere a la cultura de masas “la revolución no le dará a tu boca sex appeal”; “la revolución no irá mejor con Coca-Cola”; etc. o la denuncia hacia los programas de televisión que atontan el pensamiento “A las mujeres ya no les importará si Dick se queda con Jane”.
 
Pero detrás de todo esto, y a la luz de los 40 años que nos separan del momento en que se compuso el poema ¿Podemos realmente decir que la revolución no será televisada?  No por nada hay un documental llamado “Revolution Will Not be Televised” sobre el golpe de estado que le hicieron a Chavez el 2002 (y que duró solo unos días). El documental se puede encontrar en Youtube, pero para verlo hay que primero soportar los cinco segundos de publicidad obligatoria. Ah! una última broma a expensas de Chavez. Y yo no puedo evitar reírme.



Recuerdo a un par de filósofos, el canadiense Marshall Mcluhan y el francés Jean Baudrillard, ambos estudiaron los fenómenos de la comunicación y su efecto en la sociedad. Mcluhan fue bastante popular en su tiempo, gracias a que podía encapsular su teoría en frases como “El medio es el mensaje”, lo que esencialmente quiere decir que los medios de comunicación son capaces de cambiar la manera en que interactuamos y pensamos. El mundo en el que vivimos pareciera ser el que profetizo Mcluhan, uno donde todo puede ser televisado porque la televisión es parte del ser humano, solo piensen en la importancia de los medios sociales y las nuevas tecnologías en la revueltas estudiantiles o en las revoluciones de la llamada “primavera árabe”. 

Unas  décadas después de Mcluhan aparece en Francia Jean Baudrillard, llamado genio por algunos y  charlatán por otros (yo me considero parte de ambos bandos). Bastante conocido por haber inspirado la película Matrix  (de hecho lo citan textual) la cual nunca le gustó porque convertía sus teorías en algo así como una teoría conspirativa. Pero aún antes de eso Baudrillard fue  conocido por el escándalo que causo una de sus publicaciones “la Guerra del Golfo nunca tuvo lugar”. Lejos de decir que la guerra del golfo nunca paso o que fue un montaje, lo que Baudrillard quiso decir fue que la guerra fue televisada de tal manera que prácticamente parecía un programa de televisión o un mero videojuego, e incluso se atrevió a decir que cuando todo terminó fue como si se hubiera llegado al final de temporada de una  serie  cualquiera.


El mensaje de Baudrillard es exactamente el opuesto  al que da Scott-Heron, éste da  una esperanza, un mensaje de aliento para los oprimidos. Baudrillard se limita a decir que estamos acabados, la revolución ya fue televisada y todo lo que Scott-Heron decía que no  iba a pasar pasó. Pero la visión determinista de Baudrillard y Mcluhan nos lleva a una falsa sensación de fatalismo. Si la revolución es televisada entonces nosotros tenemos el poder de apagar la televisión y salir a la calle, o por lo menos encender nuestros  cerebros y pensar en lo que realmente pasa.

“On search for tomorrow because black people/ Will be in the street looking for a brighter day/ the revolution will not  be televised” Que la revolución no sea televisada no es un supuesto teórico, es el resultado de las acciones de las personas que tienen el coraje de salir a la calle a buscar un mejor mañana. En un momento yo también marche, quizás no siempre me comporte de la manera debida y hoy me lamento de solamente participar desde la acera, pero fue un honor servir con ustedes camaradas, donde quiera que estén.