No soy fan del Rap o del Hip Hop, aunque tampoco es que lo
deteste (de hecho soy bastante más tolerante a él que muchas otras personas que
conozco) pero admito que no es lo que
preferiría escuchar, sin embargo para todo hay excepciones. Retrocediendo
a la mágica era de los 70 (a 1970 nada menos) nos encontramos con una canción
que sería fundamental para el desarrollo del Rap, por lo menos de aquel con más
contenido que la versión edulcorada que nos quería vender la radio y Mtv. La Revolución no será Televisada decía
Scott-Heron en 1970, quizás sea hora de tomar nota.
The Revolution Will
Not Be Televised es más un poema que una “canción”, cuando apareció la
gente no tenía carajo idea de que era el Hip Hop o el Rap, así que simplemente
se le catalogó como “Spoken Word”, una recitación. Gil Scott-Heron
compuso el texto en la tradición de la poesía rítmica que se recitaba en los
cafés de Nueva York, aunque quizás el público general esté más familiarizado con las
múltiples parodias que se hacen a este tipo de poesía (que involucra palabras
sin sentido y un traje negro acompañado siempre con una boina).
Cuando se habla de este tipo de literatura siempre se suele
pensar en el trabajo de escritores de la llamada “Generación Beat”,
especialmente las obras de Allan Ginsberg . Pero en realidad mucho de
la poética beat no era otra cosa sino un plagio homenaje a la obra de
los grandes escritores afroamericanos del sXX. Es una gran injusticia que el robo indiscriminado rescate
que Ginsberg y los suyos trataran de hacer a la cultura marginal de los barrios
negros opacara el trabajo original de dichos poetas. La poesía Beat fue
condenada por vulgar, pero a pesar de ello era bastante más aceptable para el
público Blanco de estados unidos de la misma manera que el Rock de Billy Halley
era más aceptable que el de Little Richard. A pesar de todo Ginsberg sigue
siendo un gran poeta y todavía me emociona leer sus versos, The Howl es una pieza fundamental del sXX (además me gusta burlarme un poco de él).
"Oh deep dop wah salid lagrimas corriendo
Excelente, preciso, hermano americano
la temerosa simetría, deep dop wah"
Listo, ahora ¿donde esta mi premio hipster novel de literatura?
Pero entonces ¿Quiénes eran estos poetas afroamericanos a
los que tanto les deben Ginsberg y compañía? Pues durante los locos años veinte
surge lo que se denomina Harlem Renaissance, donde por un momento el barrio de
Harlem en New York (y la comunidad afroamericana en general) vio nacer un grupo
de intelectuales, activistas, músicos y poetas que hicieron un aporte fundamental a la cultura y
la política de Estados Unidos, el movimiento se hace reconocido rápidamente
aunque por su naturaleza vanguardista nunca llega a encajar con la cultura
dominante (aunque curiosamente tuvieron una increíble popularidad en Francia).
Hoy en día se reconoce el valor del “renacimiento” de Harlem y los
poetas que pertenecieron a esa generación siguen siendo publicados.
Volviendo al autor que nos convoca, Scott-Heron no solo es
deudor de esa generación que le precede sino que también sigue con la tradición de incorporar la música en su poesía. En primer lugar Scott-Heron no “escribía”
sino que recitaba, mejor dicho declamaba, e ir a ver sus performances era sin
duda toda una experiencia pues contaba con la colaboración del músico Brian
Jackson. Eventualmente ambos darían el salto a la música. No voy a pretender
que soy seguidor de Scott Heron, tan solo conozco lo que se puede escuchar en
Youtube, pero a todas luces me parece un tremendo artista.
Solo para recordarles
que la palabra Hip
(y por consiguiente los Hipsters)
Son una invención de la generación Beat
Pero detrás de todo esto, y a la luz de los 40 años que nos
separan del momento en que se compuso el poema ¿Podemos realmente decir que la
revolución no será televisada? No por
nada hay un documental llamado “Revolution Will Not be Televised” sobre el
golpe de estado que le hicieron a Chavez el 2002 (y que duró solo unos días).
El documental se puede encontrar en Youtube, pero para verlo hay que primero
soportar los cinco segundos de publicidad obligatoria. Ah! una última broma a
expensas de Chavez. Y yo no puedo evitar reírme.
Recuerdo a un par de filósofos, el canadiense Marshall
Mcluhan y el francés Jean Baudrillard, ambos estudiaron los fenómenos de la
comunicación y su efecto en la sociedad. Mcluhan fue bastante popular en su
tiempo, gracias a que podía encapsular su teoría en frases como “El medio es el
mensaje”, lo que esencialmente quiere decir que los medios de comunicación son
capaces de cambiar la manera en que interactuamos y pensamos. El mundo en el
que vivimos pareciera ser el que profetizo Mcluhan, uno donde todo puede ser
televisado porque la televisión es parte del ser humano, solo piensen en la
importancia de los medios sociales y las
nuevas tecnologías en la revueltas estudiantiles o en las
revoluciones de la llamada “primavera árabe”.
Unas décadas después
de Mcluhan aparece en Francia Jean Baudrillard, llamado genio por algunos
y charlatán por otros (yo me considero
parte de ambos bandos). Bastante conocido por haber inspirado la película
Matrix (de hecho lo citan textual) la cual nunca le gustó porque convertía
sus teorías en algo así como una teoría conspirativa. Pero aún antes de eso
Baudrillard fue conocido por el
escándalo que causo una de sus publicaciones “la Guerra del Golfo nunca tuvo
lugar”. Lejos de decir que la guerra del golfo nunca paso o que fue un montaje,
lo que Baudrillard quiso decir fue que la guerra fue televisada de tal manera
que prácticamente parecía un programa de televisión o un mero videojuego, e
incluso se atrevió a decir que cuando todo terminó fue como si se hubiera
llegado al final de temporada de una
serie cualquiera.
El mensaje de Baudrillard es exactamente el opuesto al que da Scott-Heron, éste da una esperanza, un mensaje de aliento para los
oprimidos. Baudrillard se limita a decir que estamos acabados, la revolución ya
fue televisada y todo lo que Scott-Heron decía que no iba a pasar pasó. Pero la visión determinista
de Baudrillard y Mcluhan nos lleva a una falsa sensación de fatalismo. Si la
revolución es televisada entonces nosotros tenemos el poder de apagar la
televisión y salir a la calle, o por lo menos encender nuestros cerebros y pensar en lo que realmente pasa.
“On search for tomorrow because black people/ Will be in the
street looking for a brighter day/ the revolution will not be televised” Que la revolución no sea
televisada no es un supuesto teórico, es el resultado de las acciones de las
personas que tienen el coraje de salir a la calle a buscar un mejor mañana. En
un momento yo también marche, quizás no siempre me comporte de la manera debida
y hoy me lamento de solamente participar desde la acera, pero fue un honor
servir con ustedes camaradas, donde quiera que estén.